Hace unos días, mientras explicaba en una de mis clases el mecanismo humano de la memoria, un joven, con la tristeza que produce el desamor reflejada en el rostro, me preguntó si no había algún mecanismo para olvidar el amor fallido.
En un principio me sobrecogió la sinceridad con que expresaba su tristeza y solo atiné a explicarle que en su caso, el problema no era olvidar, sino perdonar.
Le expliqué que quien perdona se libera de las ataduras que produce el dolor de ser maltratado. No se libera al que nos ofendió, ese cargará en su alma con la actuación indebida. Quien perdona se libera, porque al hacerlo rompe la cadena que lo ata a lo que no le conviene.
No hay límites para perdonar, no importa que quien ofende no reconozca su falta, solo perdonar libera nuestra alma para encontrar el camino de la felicidad, que está implícito en todo hacer humano. No tengo dudas, perdonar mil veces.... si fuera necesario.
Bueno y perdonar no es olvidar?..... Claro que no, perdonar es borrar de nuestra alma la necesidad de resarcir el daño recibido. Olvidar es sacar de nuestra experiencia el hecho.
No debemos olvidar, eso es abrir la puerta para repetir el error que cometimos y que facilitó que el otro nos dañara. Si olvidáramos, no podríamos aprovechar la experiencia, que en muchos casos, es lo único bueno que podemos sacar de ese dolor que nos produce lo que creemos no merecer.
No es recordar para odiar, es recordar para aprender, para crecer, para ser más asertivo.
Perdonar es una obligación con nosotros mismos, olvidar, una irresponsabilidad, la más grande, con nosotros mismos.
Demetrio Mota
Abril 26, 2010
En un principio me sobrecogió la sinceridad con que expresaba su tristeza y solo atiné a explicarle que en su caso, el problema no era olvidar, sino perdonar.
Le expliqué que quien perdona se libera de las ataduras que produce el dolor de ser maltratado. No se libera al que nos ofendió, ese cargará en su alma con la actuación indebida. Quien perdona se libera, porque al hacerlo rompe la cadena que lo ata a lo que no le conviene.
No hay límites para perdonar, no importa que quien ofende no reconozca su falta, solo perdonar libera nuestra alma para encontrar el camino de la felicidad, que está implícito en todo hacer humano. No tengo dudas, perdonar mil veces.... si fuera necesario.
Bueno y perdonar no es olvidar?..... Claro que no, perdonar es borrar de nuestra alma la necesidad de resarcir el daño recibido. Olvidar es sacar de nuestra experiencia el hecho.
No debemos olvidar, eso es abrir la puerta para repetir el error que cometimos y que facilitó que el otro nos dañara. Si olvidáramos, no podríamos aprovechar la experiencia, que en muchos casos, es lo único bueno que podemos sacar de ese dolor que nos produce lo que creemos no merecer.
No es recordar para odiar, es recordar para aprender, para crecer, para ser más asertivo.
Perdonar es una obligación con nosotros mismos, olvidar, una irresponsabilidad, la más grande, con nosotros mismos.
Demetrio Mota
Abril 26, 2010
Excelente escrito!!
ResponderEliminar¿ Como perdonar cuando aun la herida esta abierta?
ResponderEliminarMaestro creo que esta entrada no pudo llegar en mejor momento!
Es un magnífico tema para reflexionar y llevar a la práctica.
ResponderEliminarMateo: cap.18.21-22
...Señor y cuántas veces perdonaré a mi hermano cuando peque contra mí? Hasta siete?
Jesús respondió: no te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.
Tuve un percance con una persona a quien le tengo mucho aprecio. Yo entendía que el afecto entre nosotros era reciproco, pero resultó que no era así y eso dolió mucho...
Perdonar es cambiar los recuerdos, poder ver ese hecho u acontecimiento desde otra óptica para curar nuestro interior.
Para ello debo despojarme de la amargura, resentimiento, dolor, sufrimiento, etc. Solo así podemos establecer una relación Armoniosa e Inextinguible.
Perdonar es de provecho a nuestras vidas, trae beneficios mentales, físicos y espirituales, reduce los riesgos para la salud, estimula el sistema inmunológico, calma el espíritu y nos conduce a la paz interior.
"Solamente aquellos espíritus verdaderamente valerosos saben la manera de perdonar. Un ser vil no perdona nunca porque no está en su naturaleza".
Un enfoque interesante y que comparto ciento por ciento.
ResponderEliminarEn el curso de la vida habremos oido hablar del archifamoso ¨Yo perdono, pero no olvido¨, expresion casi parte del argot popular, que deja entrever que el perdon que se ha concedido no es mas que una palabra vacia que no apaga en lo mas minimo el fuego sediento de venganza que arropa a un corazon lastimado.
Sin embargo, si hay una verdad profunda expresada en este escrito, expresada con la sencillez y la transparencia con la que solo un maestro por vocacion puede hacerlo: Hay que dejar salir los gritos del corazon flagelado, y liberar a nuestro espiritu de esas pesadas cadenas, cadenas cuyo peso se incrementa, a medida que la sed de venganza lo hace.
A lo largo de nuestras vidas nos enfrentaremos a situaciones que de acuerdo como las manejemos podríamos crecer como persona o perder toda la vida enfocados en un odio que lentamente nos consume y cuando al fin despertamos es muy tarde,pero eso es la vida un conjunto de experiencias que conforman nuestra propia personalidad. los casos mas comunes y difíciles son el desamor y la traicion de un amigo,la verdad no se si podría decir cual es peor,pero por experiencia vividas en ambos casos solo puedo decir que duele,y que no hay mas alivio en el mundo al liberarnos de el deseo de venganza el cual nos cal come como si fuéramos una estatua de madera,claro que al perdonar no significa que olvidamos solo que aprendimos y seguimos viviendo,claro solo si asi lo decidimos
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