2014

Cuando publique esta entrada, habrá concluido un año, cuyo balance fue positivo.

Agradecer a Dios por la Salud, el bienestar y la armonía, que fueron significativas manifestaciones de amor que el Creador nos prodigó a todos los que conformamos el circulo familiar.

Hubo, como siempre, penas, que el Señor de alguna manera, nos puso para que aprendieramos de la vida, su salobre sabor, que permite aquilatar más el lado tierno de los sentimientos.

En sentido general se lograron todas las metas y algo más, se trabajó con ahinco y fuimos bendecidos con los frutos de una siembra que con afanoso amor, intentamos todos.

Se resume dos mil trece diciendo que fue un año de grandes aprendizajes.

Para el venidero, deseo salud para todos, la alegría que da la paz interior, y el bienestar necesario para hacer más placentero este nuevo ciclo.

En términos personales, tengo metas, por las cuales voy a luchar con denodado interés. Algunas cosas materiales, no muchas, solo cuatro, porque lo que más deseo es poder seguir aprendiendo a desaprender, desapegarme y tener compasión por todos los SERES que me rodean.

Demetrio Mota

29 de diciembre de 2013