domingo, 14 de febrero de 2010

Tu No Mereces Mi Rencor



Alguien a quien brindé mis afectos sin reservas y que devolvió mi entrega envuelta en la más vil de las traiciones, aprovechó el día de la amistad, para reiterarme su afecto y decirme que tenía la esperanza de que no le guardara rencor. Le respondí: Tu no mereces mi Rencor.


Posiblemente la persona interpretó esto como un desahogo de mi dolor, buscando cobrar la falta, haciéndole saber lo poco que vale para mi. Si esa hubiera sido mi intención, hubiera dado muestra de no haber crecido. No. Su valor, esa persona lo conoce, a mi no me toca juzgar su valía.


Entiendo que no importa cuán grande haya sido la falta, el camino correcto no es guardar rencor, porque eso no ayuda a que nos realicemos en nuestras vidas. Cuando mantienes el rencor, más allá de esos momentos iniciales, en los que la iniquidad te atosiga, tu energía se desgasta, sin que entiendas que esas señales están en el plan divino para liberarte de lo que no te conviene. Siempre debemos pensar que el dolor que nos infringen es el menor que pudieron habernos hecho, y que lo malo sería mantener una amistad dañina.

El rencor es como una cadena que te ata a lo que no te conviene, mientras que el perdón es un viento que te eleva y permite trascender a niveles más apropiados de la existencia.

Perdonar no le hace bien al perdonado, ese siempre llevará en su alma el peso de su culpa, más bien le reditúa al que perdona.


No es masoquismo, es la más provechosa de las acciones que puedes tomar en favor de ti mismo.

Si te llegara a pasar que alguien no se comporte a la altura que tu esperabas, te recomiendo que sigas estos pasos:


1. Aléjate de la persona que te ha dañado.

2. Analiza la situación para ver en qué fallaste. Siempre que nos lastiman se ha debido a que nosotros descuidamos algún aspecto y debemos aprender de la experiencia.

3. Has el firme propósito de entender la situación desde la perspectiva de quién te ha maltratado.

4. Deja que la pena inicial te embargue, siéntete realmente mal, llora, si tienes deseos, ponte triste, eso es lo normal, pero nunca maltrates al otro, pues te rebajarías a su nivel.

5. Dale Gracias Al Señor por haberte dado las señales indicadas para evitar un mal mayor.

6. Perdónalo y no te detengas en el perdón hasta que hayas olvidado que olvidaste que cometiste el error de estimar a la persona equivocada y no te vuelvas a equivocar.

2 comentarios:

  1. wow leer esto nos ayuda a fortalecernos mas lo digo por q soy una persona muy rencorosa pero lo q acabo de leer es algo muy cierto y lo cual vale la pena q yo lo ponga en practica, la verdad es q leer cada tema q escribe es seguir aprendiendo del gran maestro.

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  2. De verdad que no dejo de sorprenderme de lo asertivo que es, por lo menos para mi.

    Esto me recuerda un consejo de mi madre, siempre perdona, pero nunca olvides para que no cometas los mismos errores.

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