sábado, 27 de febrero de 2010

El día de mi Patria

Hoy es el día de mi Patria, y siento la alegría inmensa de haber nacido en ella.

Me enorgullece saberme dominicano.

Admiro profundamente a los forjadores de la dominicanidad.

Juan Pablo, inmaculado, capaz de los mayores sacrificios, ideario de la acción, espada del pensamiento. Su nobleza le permitió pensar en dejarnos un solar patrio, en el cual sembrar nuestras esperanzas.

Sánchez valiente y osado, luchó por ti, por mi, porque fuéramos ciudadanos de una patria propia, nos quitó la ignominia del funesto invasor.

Mella, grande entre grandes, no dejó un solo momento de tejer con los hilos de su vida, la posibilidad de que tuviéramos vida en ese concepto que nos une, nos define, nos alimenta, como una madre, que no mira los fallos de sus hijos, y sigue callada, dándoles el alimento espiritual que los sostiene.

Luperón, el gran restaurador. Ejemplo de dignidad, valiente, decidido. Cortó con la carga viril de fusil la vergonzosa actitud de los traidores, que desde el nacimiento, han querido cortar, la bella sensación de sentirnos unidos en la propiedad de la patria.

Muchos otros aportaron su sangre para darnos hoy la posibilidad de decir con orgullo soy dominicano.

Siento que en esta hora, la patria vive, y que como todo ideal de amor, tiene enemigos que nos la quieren poner pequeña, para que nuestra capacidad de sacrificio por ella, desaparezca.

Es menester de todos amarla y defenderla, rendir honor a nuestros símbolos, a nuestra bandera, nuestro himno, y a nuestros héroes.

Sin patria no hay identidad, hagamosla cada día más grande y elevemosla cada día "más arriba mucho más."

Demetrio Mota
27 de febrero de 2010

viernes, 26 de febrero de 2010

Mi graduación favorita


Hoy se celebró en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, una graduación ordinaria en la que 1520 nuevos profesionales fueron entregados a la Sociedad Dominicana. Y me sentí sumamente orgulloso, porque dentro de esta importante cantidad de profesionales, habían 52 personas, que se recibieron de ingenieros industriales y yo me siento muy satisfecho por haber participado en su formación.

Debo decir que a esos cincuenta y dos estudiantes los estimo con mucha intensidad, son muchos, y por la brevedad con que manejo este espacio, me limitaré a testimoniar este aprecio a algunos, y al hacerlo, recurro a mi memoria, por lo que cualquier omisión debe ser perdonada con la benevolencia de los afectos mutuos.

Me alegró la alegría en el rostro de José Almonte, Doroteo, un joven excepcional, con el suficiente coraje y la mayor humildad, para enfrentar exitosamente los retos que se le presentaron durante sus estudios, su bonhomía lo harán de seguro un profesional de bien.

Cecilia Quiñonez, siempre pertinente, supo llevar sus tareas con toda la dignidad y el entusiasmo que las personas de su catadura lo hacen. Siempre venció las dificultades con la dulzura de un alma noble.

Armando Mezquita y Elio Roa, trabajaron con paciencia, pero con la mayor firmeza, para lograr su objetivo, los obstáculos no los desanimaron, siguieron y lucharon contra todo, para hoy recibir con mucho derecho, su grado de ingeniero.

Constante y trabajadora, apiló uno a uno, con entusiasmo y deseos de triunfar, los bloques que construyeron formación. Esa sonrisa limpia de Rosynelis de los Santos, no la olvidaré nunca.

Rosa Castillo, ha sido una de mis estudiantes más trabajadora. Su condición de madre abnegada de una bebe hermosa, sus sacrificios, sus temores, su persistencia, el carácter fuerte y decidido, pero sobre todo la generosidad de sus acciones, me obligan a inclinarme reverente delante de tanta belleza interior. Dios sabe cuánto aprecio a Rossy y la certeza que tengo de que triunfará.

Jairo Parra e Ismael Familia, desarrollaron la armonía que sus lazos familiares les imponía y fueron siempre luchadores limpios, que vencieron en base al trabajo. Discretos, amistosos, trabajadores, ambos tienen todo mi afecto.

La hija que todo padre quiere tener es Karina Ramírez, que hermosa formación tiene esa muchacha. Apaciblemente, pero con tenacidad, sembró en mi alma la esperanza en la juventud dominicana.

Juan Carlos Cuevas ratificó siempre aquello que dice el Eclesiastés, “todo tiene su tiempo”, fue excelente estudiante y no por eso dejó de ser un joven de la época. Bailador y alegre, mostró siempre la inteligencia necesaria, para saber cuándo sembrar y cuándo recoger lo sembrado. Lamento mucho que lo vine a tratar al final de la carrera. Nunca cambies Juan.

La alegría, y el trabajo tesonero, le sirvieron para dejar una huella imborrable en la Carrera de Ingeniería Industrial de la UASD, sin ella, estoy convencido de que no hubiéramos podido mejorar la Escuela. Buena amiga, excelente estudiante, madre preocupada por sus hijos, una capacidad de entrega sin límites, propulsora entre sus compañeros de las mejores causas. Cuando la conocí me impresionó su personalidad dominante y sobre todo la energía con que se entregaba a sus trabajos. Disfrutaba sus logros con la misma alegría que lo hacía cuando sus compañeros lo obtenían. Nunca olvidaré la gracia con que enfrentó un bendito video que hizo en una de las clases y que le salió torcido. Cuánta entrega, de alguien que ya era profesional exitosa de otra carrera. Difícilmente puede uno encontrar tantas virtudes en una sola persona. Para mi la escuela tiene dos momentos, antes y después de ella, realmente su paso fue transformador. Por eso la estimo tanto y le deseo el mayor de los éxitos en su vida familiar y profesional. Podría no escribir su nombre y todos dirían a coro ALINA MOREL.


Lamento haberme puesto como objetivo solo escribir una página en cada entrega del BLOG, pues siento deseos de seguir mencionándolos uno a uno, ya que sin excepción, mostraron que tienen las características que me permiten decir, que en esta graduación todos, absolutamente todos, fueron mis Estudiantes Favoritos.


Por tanto esta Graduación fue mi GRADUACION FAVORITA.


LLUEVA, TRUENE O VENTEE, SIEMPRE LOS TENDRE COMO EL GRUPO HUMANO QUE ME HA HECHO SENTIR EL MAS GRANDE ORGULLO QUE PUEDE PRODUCIR LA SATISFACCION DE LA LABOR CUMPLIDA.


GRACIAS POR HABERME ENSEñADO TANTO.


MUCHOS EXITOS A TODOS Y FELICIDADES A SUS FAMILIARES QUE LOS GUIARON CON TAN BUEN TINO.
Demetrio Mota
25 de Febrero de 2010

domingo, 14 de febrero de 2010

Tu No Mereces Mi Rencor



Alguien a quien brindé mis afectos sin reservas y que devolvió mi entrega envuelta en la más vil de las traiciones, aprovechó el día de la amistad, para reiterarme su afecto y decirme que tenía la esperanza de que no le guardara rencor. Le respondí: Tu no mereces mi Rencor.


Posiblemente la persona interpretó esto como un desahogo de mi dolor, buscando cobrar la falta, haciéndole saber lo poco que vale para mi. Si esa hubiera sido mi intención, hubiera dado muestra de no haber crecido. No. Su valor, esa persona lo conoce, a mi no me toca juzgar su valía.


Entiendo que no importa cuán grande haya sido la falta, el camino correcto no es guardar rencor, porque eso no ayuda a que nos realicemos en nuestras vidas. Cuando mantienes el rencor, más allá de esos momentos iniciales, en los que la iniquidad te atosiga, tu energía se desgasta, sin que entiendas que esas señales están en el plan divino para liberarte de lo que no te conviene. Siempre debemos pensar que el dolor que nos infringen es el menor que pudieron habernos hecho, y que lo malo sería mantener una amistad dañina.

El rencor es como una cadena que te ata a lo que no te conviene, mientras que el perdón es un viento que te eleva y permite trascender a niveles más apropiados de la existencia.

Perdonar no le hace bien al perdonado, ese siempre llevará en su alma el peso de su culpa, más bien le reditúa al que perdona.


No es masoquismo, es la más provechosa de las acciones que puedes tomar en favor de ti mismo.

Si te llegara a pasar que alguien no se comporte a la altura que tu esperabas, te recomiendo que sigas estos pasos:


1. Aléjate de la persona que te ha dañado.

2. Analiza la situación para ver en qué fallaste. Siempre que nos lastiman se ha debido a que nosotros descuidamos algún aspecto y debemos aprender de la experiencia.

3. Has el firme propósito de entender la situación desde la perspectiva de quién te ha maltratado.

4. Deja que la pena inicial te embargue, siéntete realmente mal, llora, si tienes deseos, ponte triste, eso es lo normal, pero nunca maltrates al otro, pues te rebajarías a su nivel.

5. Dale Gracias Al Señor por haberte dado las señales indicadas para evitar un mal mayor.

6. Perdónalo y no te detengas en el perdón hasta que hayas olvidado que olvidaste que cometiste el error de estimar a la persona equivocada y no te vuelvas a equivocar.

domingo, 7 de febrero de 2010

Mi Angelito Favorito

Silente llegó en los dolorosos días de la tormenta.

Con paciencia milagrosa abrió la puerta que yo había cerrado con mil candados.

Imperceptible llegó hasta lo más profundo de mi alma y se sentó tranquila a armonizar mi vida.

Con la paz que brindan sus ojos, cubrió mis heridas.

Alivió el dolor de mis recuerdos, con la dulzura que emana de su rostro tranquilo.

Sus palabras solidarias alimentaron mi fe maltratada, hasta hacerla crecer con esplendor reverdecido.

Sus pasos gráciles, guiaron mi ser hasta ese hermoso campo sembrado de afectos.

Alejó la soledad de mis días con su incesante trinar.

Sus alitas revolotearon para despertar mi alegría herida.

Sus manos amasaron con amor, las migajas de mi dolor, para convertirlo en abono para la esperanza.

Su belleza interior iluminó el túnel de mi dolor y me dio de beber en el hueco de sus ojos la luz del amor.

Como si fuera poco, me tomó de la mano y me llevó de nuevo a la vida para que recuperara con creces lo que creía perdido.

Solo te pido que no me abandones jamás y que me permitas devolverte lo que en mi has construido.