Soy un firme creyente en la existencia de Dios
Creo en la Virgen de Altagracia
Creo en los milagros
Trato conscientemente de seguir el ejemplo de Jesuscristo, y de otros, que como El, dieron un gran ejemplo. Siento que el mundo sería mucho mejor si todos nos guiaramos de sus ideas. Sobre todo, si nos manejaramos dentro del mandamiento nuevo que dió el Maestro:
Amar al Prójimo como a ti mismo.
Mas, no creo en la VIDA ETERNA.
Creo que la naturaleza, creada por la fuerza maravillosa de un Dios bondadoso, tiene una regla para todos sus elementos: Nacer, crecer, multiplicarse y morir.
El Hombre no es la excepción.
Todas las religiones usan el concepto de la vida Eterna, para lograr que sus fieles mantengan una conducta apropiada mientras viven, bajo la idea de una recompensa en la vida futura.
Han dividido esa vida futura en dos estados: Cielo e Infierno. Ni uno ni otro existen.
Llegada la muerte termina nuestro tránsito por la vida.
El reto que tenemos los Seres Humanos es aplicar el mandamiento nuevo: Amar al Prójimo como a ti mismo, aún sabiendo que con la muerte termina nuestro ciclo.
Creo en la Virgen de Altagracia
Creo en los milagros
Trato conscientemente de seguir el ejemplo de Jesuscristo, y de otros, que como El, dieron un gran ejemplo. Siento que el mundo sería mucho mejor si todos nos guiaramos de sus ideas. Sobre todo, si nos manejaramos dentro del mandamiento nuevo que dió el Maestro:
Amar al Prójimo como a ti mismo.
Mas, no creo en la VIDA ETERNA.
Creo que la naturaleza, creada por la fuerza maravillosa de un Dios bondadoso, tiene una regla para todos sus elementos: Nacer, crecer, multiplicarse y morir.
El Hombre no es la excepción.
Todas las religiones usan el concepto de la vida Eterna, para lograr que sus fieles mantengan una conducta apropiada mientras viven, bajo la idea de una recompensa en la vida futura.
Han dividido esa vida futura en dos estados: Cielo e Infierno. Ni uno ni otro existen.
Llegada la muerte termina nuestro tránsito por la vida.
El reto que tenemos los Seres Humanos es aplicar el mandamiento nuevo: Amar al Prójimo como a ti mismo, aún sabiendo que con la muerte termina nuestro ciclo.