
En ese trance estético estaba, cuando en un descuido, mis ojos se posaron en la noticia que la pantalla de algún móvil anunciaba centelleando: ..... había muerto a los 95 años Ernesto Cardenal, el poeta de la revolución, el poeta de la liberación.
La tristeza turbó mi alma y ya no tuve fuerzas para seguir leyendo la infausta noticia.....con un automatismo asombroso, todos mis pensamientos se concentraron en aquella tarde en que escuché a un compañero universitario decir:.... "al perderte yo a ti, hemos perdido los dos, yo por que tu eras, a quien más amaba, tu, porque yo era quien te amaba más, pero de los dos quien más perdió fuiste tu, porque yo podré amar a otras como te amaba a ti, pero a ti, nadie, te amará como te amaba yo".
Posiblemente, aquel amigo no recuerde ese episodio, que marcó mi aprecio inestimable por este sacerdote poeta, maestro de la palabra, al que cuando le aplicaron la suspensión Ad divinis, me hizo creer más en su visión de la teología de la Liberación, y que su evangelio de Solentiname, nutrió mi alma, así, como cada uno de sus versos, de alguna manera, me abrieron las puertas al amor.
Demetrio Mota
Santo Domingo,
1- Marzo-2020
Frente al Mar